De lo inusual a lo cotidiano: testimonio migratorio sobre viajes en contenedores industriales
El sentido del tiempo se ha desvanecido tras un par de días de viaje. Hombres, mujeres y niños se miran de vez en vez con la intención de conciliar una mirada amistosa que nunca llega, todos están cansados y hartos: viajar en un contenedor de un tráiler resulta una experiencia traumante e incómoda:
Viajábamos aproximadamente 200 personas, nos metieron ahí durante tres días, uno no sabía si era de noche o de día, íbamos parados o hincados; la gente defecaba en algunas cubetas que teníamos al alcance. Fue algo espantoso que me dejó traumatizada, menciona Ana Julia.
Procedente de República Dominicana, Ana Julia, una mujer de 43 años, ex comerciante y activista política en su país, relata su historia y experiencia migratoria hacia los Estados Unidos. Tras sufrir durante años agresiones físicas y psicológicas de parte de su expareja, Ana decidió emigrar hacia el país angloparlante con la intención de buscar un refugio y una esperanza de nuevas condiciones de vida, sin embargo, al igual que innumerables de personas migrantes, el viaje hacia este país no fue nada sencillo.
A raíz de las agresiones hacia mi persona el día 24 de junio de este año (2024) emprendí mi viaje de República Dominicana hacia El Salvador. En El Salvador me uní a otros grupos de personas migrantes. Los coyotes nos guiaron hacia un río que teníamos que atravesar para poder llegar a Guatemala. Arriesgué mi vida en ese sitio porque la corriente era muy fuerte y estuve a punto de ahogarme. Afortunadamente pude salir con vida.
Ana menciona que tras haber vivido esa experiencia pensó que esto sería lo más difícil que tendría que vivir y que a partir de ahí su viaje sería mas tranquilo. No obstante, para su sorpresa esto tan sólo era el inicio de un proceso complejo en donde no solamente hubo un desgaste físico y económico, sino también emocional.
En Guatemala nuevamente tuvimos que atravesar otro río, íbamos unas 16 personas, hombres mujeres y niños. Ahí nos pusieron unos salvavidas a todos menos a los hombres. Mencionaron que el viaje duraría tan sólo media hora, pero esto resultó ser mentira, el viaje duró alrededor de 14 horas. En ese momento un ciclón estaba atravesando México, esto ocasionó que el viaje fuera desastroso y aterrador. Las personas se mareaban y se vomitaban unos encima de otros debido a que la corriente nos movía de un lado a otro de forma muy intensa y brusca.
Tras esta situación Ana temía mucho por su seguridad, el viaje había sido desolador y nunca se imagino vivir este tipo de experiencias. Lamentablemente para ella fue en México en donde tuvo que viajar en el contenedor de un tráiler junto a cientos de personas quienes viajaron durante tres días de forma insalubre y en pésimas condiciones en este espacio de carga: todavía cuando me detuvo inmigración me atendieron los psicólogos porque quedé traumatizada. Adelgacé como nunca y no me sentía nada bien. En cuanto al costo de este viaje Ane menciona que gastó aproximadamente $2500 dólares, pese a que el viaje no fue realizado en las mejores condiciones, pues corrió demasiados riesgos.
Ana Julia fue detenida y procesada por inmigración el día 23 de julio. Tras entregarse a las autoridades se le hizo el cuestionamiento de protocolo sobre su motivo de emigración hacia los Estados Unidos y posteriormente fue trasladada a Tucson para luego ser reubicada en un centro de detención de Arizona, lugar en el que permaneció hasta el 01 de noviembre, día en el que fue liberada.
Gracias a Dios la estancia en detención la atención fue bastante buena. Después de lo que uno pasa durante el viaje sinceramente tener un lugar en donde dormir y comer es una fortuna. Ahí me recuperé de salud de manera increíble, menciona Ana.
Pese a esto, la frustración en detención siempre es algo habitual que se presenta, de manera que Ana tuvo que mantener la calma y estar consciente de su principal objetivo el cual es buscar la posibilidad de regularizar su estatus migratorio: me encomendé a Dios y me recordaba constantemente que no estaba cometiendo un delito, no había robado o asesinado a alguien, simplemente estaba buscando una mejor vida en Estados Unidos.
Respecto al servicio efectuado por Subversivo para su liberación de detención inmigratoria Ana Julia lo califica como una “bendición” debido al apoyo obtenido y la eficiencia en su liberación: ustedes han apoyado a miles de personas de todo el mundo. Cuando me hablaron de ustedes no lo podía creer, era demasiado bueno para ser verdad. Sin duda alguna Subversivo representa una oportunidad única para muchas personas que hemos sido detenidas.
Actualmente Ana vive en Filadelfia, Pensilvania con su sobrina, quien la ha apoyado durante este proceso. Por el momento sus intenciones son poder regularizar su estatus y obtener un permiso de trabajo para poder empezar su nueva vida en Estados Unidos.
Dadas las circunstancias que la obligaron a emigrar, Ana menciona que tiene temor de regresar a su país debido a la violencia que ha vivido, pues incluso tanto ella como sus hijos fueron víctimas de intento de homicidio hace algunos años. Por el momento sus planes son seguir su proceso migratorio y poder estabilizarse en este nuevo país.
Comments